Cúrcuma y Jengibre

JENGIBRE

El Jengibre ayuda a tratar afecciones intestinales, dado que parece ser que, al estimular el páncreas, aumenta la producción de enzimas que favorecen la digestión.

Posee un poder antibacteriano que resulta eficaz en una gran diversidad de problemas intestinales, los cuales son producidos por alteraciones de la flora intestinal. También puede ser beneficioso durante el embarazo, específicamente para aliviar las náuseas y vómitos que aparecen durante los primeros meses del embarazo.

El jengibre ayuda a prevenir el desarrollo de células cancerígenas y retrasa el crecimiento de las mismas, es un anti inflamatorio, es un poderoso sedante natural, haciendo posible su uso para tratar dolores artríticos.

Puede ayudar a disminuir significativamente los dolores menstruales, gripe, resfriados, tos o infecciones en garganta, ayuda a prevenir la anemia, protege de las ulceras estomacales, reduce el riesgo de daño al hígado en personas diabéticas, ayuda a disminuir los niveles de colesterol, previene la aparición de ulceras, como por ejemplo, del duodeno, ayuda a leiminar problemas digestivos como la gastritis, mejora la circulación sanguínea, normaliza la presión arterial.

CÚRCUMA

La cúrcuma es muy beneficiosa para personas con dispepsia acida, flatulencias, vientre inflamado y atonía estomacal, siendo una planta ideal para el mejoramiento del aparato digestivo.

La cúrcuma es un tónico estomacal que estimula las secreciones digestivas y facilita la digestión. Se recomienda a personas inapetentes, con dispepsia o digestión lenta, siendo aconsejado para gastritis crónicas hipoclorhidrias (por falta de secreciones estomacales). Es un potente protector del hígado debido a sus elementos hepaprotectores y a sus propiedades antioxidantes. Se recomienda en trastornos o enfermedades del hígado, ictericia, cirrosis, hígado graso, colesterol alto, trastornos de la vesícula biliar y además tiene efectos antiinflamatorios.

El rizoma de cúrcuma contiene al menos 10 componentes con propiedades antitumorales. Sus beneficios han demostrado ser eficaces para actuar desde la prevención y también coadyuvantes en los tratamientos para el cáncer. Los curcuminoides tienen efecto protector contra el cáncer de piel, cáncer de duodeno, de mama y de colon. Se utiliza para ayudar al organismo a superar los efectos adversos de los tratamientos contra el cáncer. Es adecuada en el tratamiento natural de la artritis, ya que mejora la movilidad evitando la rigidez y la inflamación articular. Estas propiedades la hacen apta para usarse en otros tipos de padecimientos relacionados con algún tipo de inflamación, como podría ser el síndrome del túnel carpiano, dolor e inflamación menstrual, enfermedades intestinales, colitis, etc.

La cúrcuma es también un buen antidepresivo natural, estimulante del sistema nervioso, protectora de enfermedades cardiovasculares, siendo un buen coadyuvante en el tratamiento de enfermedades del corazón, colesterol y reducción de triglicéridos. También se recomienda como un tratamiento natural contra la tos, bronquitis y asma.

CÚRCUMA + JENGIBRE

El jengibre y la cúrcuma son grandes especias que se han usado desde la antigüedad con fines medicinales. Son recomendadas ampliamente para tratar problemas gastrointestinales, enfermedades inflamatorias y otras condiciones.

Ambas raíces son muy nutritivas, el jengibre en particular, tiene grandes propiedades antiinflamatorias que son excelentes para prevenir y tratar artritis, dolores musculares y otros. Esto es gracias a su rico contenido de gingeroles.

Además, estas propiedades promueven una buena salud digestiva, aliviando los cólicos y las náuseas, evitando la acumulación de gases intestinales, y en general, fortaleciendo el sistema inmunológico.

Por otra parte, la cúrcuma también tiene muchas propiedades, entre las que destacan las antiinflamatorias. Consumirla con regularidad ayuda a combatir dolores articulares, musculares, aliviar síntomas de úlcera, entre otras condiciones inflamatorias.

El jengibre y cúrcuma combinados funcionan perfectamente para poder combatir de manera natural la inflamación. Sus beneficios son muy similares, ya que pueden ayudar a combatir problemas de artritis así como los digestivos

El jengibre y la cúrcuma son rizomas en la familia Zingiberaceae. De acuerdo con un estudio de 1999 publicado en el «British Journal of Cancer» por investigadores del Forest Research Institute of Malaysia, se ha encontrado que los extractos de jengibre y cúrcuma inhiben el crecimiento de tumores cancerígenos. En este estudio de las células cancerígenas humanas, se encontró que la cúrcuma inhibe completamente un mayor crecimiento de éstas. También se encontró que el jengibre inhibe el crecimiento de tumores. En el 2006, un estudio adicional de investigadores en el University of Michigan Comprehensive Cancer Center mostró que el jengibre tiene más beneficios para las mujeres que sufren cáncer de ovarios, ya que mata las células cancerígenas ováricas. La cúrcuma y el jengibre tienen propiedades antioxidantes que contribuyen a su capacidad de ayudar a prevenir el cáncer.