Los gatos poseen una conexión con el mundo mágico, invisible a nuestros ojos. Así como los perros son nuestros guardianes en el mundo físico los gatos son nuestros protectores en el mundo energético. Durante el tiempo que pasa despierto, el gato va “limpiando” tu casa de las energías negativas. Cuando duerme, él absorbe y transforma esta energía.
El gato puede estar muchas veces en lugares con baja fluctuación de energía para poder activar esta área. Muchas veces el gato se queda mirando para la «nada», totalmente concentrado, él ve cosas que nosotros no vemos, desde insectos microscópicos hasta seres de otras dimensiones.
Muchas veces su gato va para un lugar aislado de la casa y comienza a maullar, es una especie de alerta que él está dando, la vibración energética de ese lugar necesita mejorar. Nuestros problemas, nuestro estrés diario es absorbido por el gato. Cuando es demasiado y el lugar está muy cargado de energía negativa, no es raro que el gato se enferme.
Claro que el gato no es el único responsable por el equilibrio energético de la casa, pero él se esfuerza bastante. Cuanta más armonía exista en su ambiente, menos energía negativa él necesitará absorber y consecuentemente será más feliz y saludable. Cuando dormimos nuestros cuerpos sutiles se separan del cuerpo físico y van al plano astral, Los gatos muchas veces nos acompañan en estos viajes astrales o protegen nuestro cuerpo astral cuidando nuestro ambiente de entes negativos. Estas son las razones por las que a ellos les gusta dormir con nosotros en la cama. Además de eso, como transformadores de energía ellos ayudan en la sanación, desempeñando un papel semejante al de los cristales.
Los gatitos son maestros, ellos nos enseñan amar sin apegos, un amor libre, no sumiso, ni dependiente. Por eso muchas personas tienen dificultad en convivir con gatos y los llaman “interesados”. Primero, tienes que conquistar la confianza del gato. Después, tienes que aprender a respetarlo. Él te demostrará afecto cuando realmente lo sienta y no cuando se lo mandes. Desde el punto de vista energético, las personas que tienen dificultad o molestias al convivir con los gatos son personas que tienen resistencia en dejar entrar el amor a sus vidas.
Si hay muchas personas en la familia y un único gato, él puede quedar sobrecargado absorbiendo la negatividad de todos. Es bueno tener más de un gato para dividir la carga entre ellos, sobre todo en esos casos. Si no tienes un gato, y de repente aparece uno en tu vida, es porque lo necesitas en ese momento y con un fin en específico.
El gatito está queriendo ayudarte. Si no lo puedes acoger, es importante que le encuentres un hogar. El gatito llegó hasta ti por alguna razón que quizás en ese momento no puedas comprender, pero que sin dudas, servirá para tu desarrollo espiritual
De otra manera, si no crees en la magia de los gatos, hay otras razones para tenerlos en casa.
Desde el punto de vista medico y psicológico hay numerosos estudios que demuestran que tener una mascota mejora nuestra calidad de vida a nivel emocional y físico.
Los principales beneficios son los siguientes:
Evitan el sentimiento de soledad.
Alivian la depresión
Aumentan el sentimiento de felicidad
Reducen el estrés
Aumentan nuestro sentido de responsabilidad
Mejoran la vida social
Refuerzan la autoestima