energía natural.
El Polen de flores es uno de los muchos productos completos y energizantes que nos brindan las abejas, es considerado como el alimento básico de la larva de abeja, la cual almacena el polen en los panales, agrega sus enzimas, tapa este polen con una capa de miel a fin de que sea un proceso anaeróbico, y luego de unas semanas el polen se transfiere en lo que los apicultores denomina “pan de la abeja”.
En esas condiciones, el polen resulta digerible, obteniéndose de él todas las proteínas (con los aminoácidos esenciales), grasas, minerales, oligoelementos, etcétera. Es una fuente natural de salud pues contiene los elementos indispensables para la vida de todo organismo, elementos que no podrían conseguirse de forma artificial ni con los métodos más sofisticados, su riqueza hace de este producto natural un estupendo complemento alimenticio con gran participación en el mantenimiento de nuestra salud.
Gracias a su alto porcentaje en hidratos de carbono, el polen es el complemento alimenticio ideal en periodos de escasa energía. Contiene un 20% de proteínas indispensables para el buen funcionamiento del organismo y un gran número de minerales y oligoelementos que ayudan a la función celular, muscular y esquelética. Su aporte en vitamina A lo hace un aliado en fases de crecimiento y la vitamina B equilibra el sistema nervioso.
El polen de flores contiene, entre otros ingredientes, minerales y proteínas, es digestivo y proporciona energía y vitalidad, mejorando las defensas del organismo.
Desde hace siglos la medicina natural ha atribuido al polen múltiples virtudes, igual que los agricultores, que conocen muy a fondo la importancia del polen en la vida de la colmena. Representa el principal alimento de las abejas, de ahí que se conozca como el “pan de las abejas”. Pero incluso ante tales constataciones la idea de que el polen pudiera ser de interés en dietética es relativamente reciente. Su estudio y análisis sistemático se remonta a pocas decenas de años a partir de distintos trabajos como el de los doctores Loureaux, Lenormand y Laurizio.
Así a través de estudios en animales y en el hombre, se ha llegado a conocer el polen y sus características más genéricas. Se ha puesto en evidencia que es totalmente inocuo y se ha considerado el efecto acelerador del crecimiento, una acción sobre la reproducción y la existencia efectiva de sustancias antibióticas activas.
Sus virtudes nutritivas, energéticas y metabólicas ya no se ponen en duda. Se destacan principalmente las siguientes.
– Un aumento de las tasas de hemoglobina en sangre en las anemias, sobre todo en las infantiles.
– Una rápida recuperación de peso en las personas muy delgadas.
– Un aumento en la vitalidad en general, proporciona energía y facilita la recuperación de vitalidad en personas convalecientes, débiles o en estados de estrés.
– Incrementa la cantidad de glóbulos rojos.
– Fortalece el sistema inmunológico.
– Ayuda al crecimiento de los niños.
– Auxiliar en el tratamiento de la próstata.
– Es un reconstituyente natural.
– Normaliza las funciones intestinales y hepáticas.
– Reduce el estado de ansiedad, nerviosismo e irritabilidad.
– Devuelve energía y da vigor a las personas de edad avanzada.
El polen de flores silvestres es el alimento más rico que existe en la naturaleza. Es recomendado para niños en crecimiento, deportistas y en general a cualquier persona sujeta a fuertes desgastes o tensiones emocionales.
Para su consumo humano, podemos encontrarlo en cápsulas o sanitizado. El sanitizado es un proceso mediante el cual se elimina la contaminación microbiológica del polen ya que tratarse de un producto del campo puede presentar en algunos casos cuentas microbianas muy altas.
El polen de flores silvestres puro, sanitizado al 100% no tiene ningún tipo de contraindicaciones.